16 de agosto de 2017

REFRÉSCATE

¡BUENOS DÍAS!

Ya a miércoles y en nada el fin de semana, ¿con ganas de que llegue? Yo estoy deseándolo porque se acerca el cumple de mi padre y dos viajes que aún me faltan por hacer y que, por supuesto, os contaré por el blog así que, atentas a las próximas semanas. 

Hoy quiero refrescaros
Que ¿cómo?
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Todas sabemos de la importancia de beber agua todos los días, de hecho, lo ideal sería beber entorno al 1,5 litros o 2 litros diarios. Yo he de confesar que me cuesta una barbaridad y no será porque no lo haya intentado pese a que en verano no me separo de mi botella de agua, en invierno me es imposible.

¿Qué que quiero decir con esto? Pues que tenemos que llegar a un solución e intentar beber mínimo un litro y medio de agua tanto en verano como en invierno.

Cierto es que, ahora en verano, se bebe más agua que en invierno, por lo menos en mi caso pero, aún así, y no sé si a vosotras os pasará lo mismo, en verano llega un punto en el que me canso de beber agua y al final recurrimos a lo de siempre; que si una cervecita, que si una coca cola, que si un nestea y, vale que sea líquido pero no es todo lo sano que podría y debería ser.

Por eso, hoy os traigo algunos zumos que yo me hago en verano para seguir aportando a mi cuerpo el líquido que necesita y, no caer en bebidas no del todo sanas. Además, creo que voy a intentar seguir con estos zumos en invierno a ver si así, llego al litro y medio recomendado.


Algunos de los zumos o bebidas a las que recurro puede que las conozcáis pero, si no es así, me alegro de que descubráis algo conmigo.

En primer lugar, os traigo un zumo que desde que era muy pequeñita me hacía con mi padre cada domingo. Hace un tiempo, volvimos a esta estupenda tradición. El zumo no tiene ningún nombre pero, tranquilas, si llego a ponerle alguno os lo haré saber. Está compuesto por pomelos, limón y naranja. En concreto, y para 3, 4 vasos, utilizo un pomelo, un limón y dos naranjas. Después, echamos un poquito de agua pero, un dedo a lo mucho, para rebajas la acidez.

En segundo lugar, dos típicos, el tradicional zumo de naranja y, algo a lo que me he aficionado, agua con limón. En este último, yo opto por en un shaker o botella llena de agua, exprimir medio limón; intento tomarme un vaso antes de desayunar y el resto durante la mañana.

El tercer zumo está compuesto por un pomelo y unos 200gr de piña natural. Este es uno de mis preferidos y, por si no lo sabéis, ambas frutas tienen un poder diurético increíble.

Finalmente, os hablo de un zumo que me recomendaron y que aún no he probado pero que, aún así, quiero compartir con vosotros y es el compuesto por cerezas, mango y granada; en concreto se necesita 1 taza de semillas de granada, media taza de cerezas y un mango pelado. ¿Lo habéis probado alguna vez?


¿A vosotras también os pasa lo mismo que a mi?
¿Conocéis y os hacéis otras mezclas?
Dejádmelo en los comentarios

Un beso,
Irene


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